Una historia real sobre el avistamiento de ballenas en Bahía Málaga
📍 Capítulo 1: ¿Y cómo es esa vuelta del avistamiento?
Todo empieza en Buenaventura. De ahí uno se monta en una lancha rápida y en más o menos 45 minutos ya estás llegando a Juanchaco o Ladrilleros. Desde que te subes, sientes que vas pa’ otro mundo: el viento en la cara, el olor a mar, la selva rodeándote.
Y lo mejor es que no venís solo a ver ballenas. Venís a vivir un parche completo en medio del Pacífico colombiano.
🐋 Capítulo 2: ¿Por qué vienen las ballenas hasta acá?
Las ballenas jorobadas hacen un viaje brutal: más de 8.500 km desde la Antártida hasta nuestras costas. ¿Por qué? Porque las aguas de acá son más cálidas y tranquilas, ideales para tener a sus crías.
Vienen entre julio y octubre, pero el mejor mes para verlas es agosto. Y cuando llegan, se quedan varias semanas enseñándole a sus ballenatos a nadar, respirar bien y moverse por el mar.
Imagínate lo que es eso: tener a una ballena al frente, con su cría al lado, nadando como si nada.
🌊 Capítulo 3: ¿Y sí se ven cerquita o qué?
¡Claro! Hay días donde las ves bien de lejos, pero hay otros donde se acercan un montón. Algunas sacan la cola, otras saltan y caen haciendo tremendo estruendo.
Una ballena jorobada puede medir hasta 16 metros y pesar más de 40 toneladas. Aun así, se ven tan suaves y tranquilas que uno se queda quietico mirándolas.
Y si vas con un buen guía, te va contando todo: cómo se comportan, cuándo se acercan, cómo diferenciar a una mamá de su cría…
🔊 Capítulo 4: ¿Y eso de que cantan es verdad?
Sí, es verdad. Los machos cantan, y no es cualquier sonido. Son como melodías largas que se escuchan bajo el agua, y a veces se pueden grabar con hidrófonos.
Cantan para buscar pareja o comunicarse, y lo impresionante es que esas canciones pueden durar más de 20 minutos. Y lo loco: ¡cada población de ballenas tiene su propio ritmo!
🤝 Capítulo 5: La gente que cuida el parche
Muchas de las personas que viven en esta zona antes eran pescadores. Ahora, muchos trabajan como guías turísticos y cuidadores del mar.
Ellos son los que mejor conocen el territorio, los que te llevan a ver las ballenas sin molestarlas, los que te explican cómo hacer turismo sin dañar el ecosistema.
Ir con ellos es clave, porque apoyás la economía local y además aprendés un montón.
🌴 Capítulo 6: Y no todo es ballenas…
Bahía Málaga es una joya. Además del avistamiento, podés:
- Hacer tubing por el río San Cipriano (planazo de selva y agua clara).
- Caminar por manglares y conocer playas escondidas como La Barra.
- Ver atardeceres brutales en Ladrilleros.
- Visitar cascadas que caen directo al mar, como la del Sierpe.
- Comer pescado fresco y conocer las historias de la gente local.
✅ Capítulo 7: ¿Qué hay que tener en cuenta?
Temporada: julio a octubre.
Pico: agosto.
Mejor hora: mañanas, cuando el mar está más tranquilo.
Llevar:
- Impermeable o chaqueta liviana.
- Gorra, bloqueador y repelente natural.
- Ropa fresca y cómoda.
- Cámara con buen zoom o binoculares.
- Y sobre todo: actitud de respeto.
✌️ Capítulo final: ¿Vale la pena?
Sí. Sin duda.
No hay nada como ver una ballena en su ambiente natural.
Te cambia el chip. Te hace valorar más lo que tenemos en Colombia.
Y además, es un plan diferente, emocionante, educativo y muy bonito.
“Uno viene a ver ballenas… pero termina conectando con algo mucho más grande.”